sábado, 30 de octubre de 2010

Huesos eléctricos

Un bisturí eléctrico te parte la carne, te corroe el hueso y tú tan tranquila y tan viva. Tan sin anestestia, tan quimérica. Me divido en heterónimos. Me hermano con los días y con el aire y en un aire soy una y en un día soy otros. Tan fácil y tan difícil tan poquito hollado. Tan poco hollín que le brota a los huesos. Cómo le hicieron para partirte y dejarte la carne. Cómo entró la sierra a pernoctar entre tus adentros y tú tan ciega. Tan clara. Tan contemplativa.

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