miércoles, 30 de julio de 2014

EL HORROR. CERRANDO CICLOS. DE LO OSCURO A LO LUMINOSO. BUEN CAMINO A QUIEN FUE MI COMPAÑERO Y ME MOSTRÓ OTRAS VISIONES. SÓLO PUEDO DECIR: NOS ATREVIMOS A VIVIRLO.


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TANYA COSIO


El horror en lo cotidiano y en la poesía

Siempre es necesario hablar del horror y atreverse a vivirlo en algún momento de nuestra existencia. Afortunadamente ya lo viví. Desde mi colaboración anterior deseaba hablar sobre el escritor Marco Fonz. Fue mi esposo y en enero de este año se ahorcó en un encuentro de escritores en Viña del Mar, en Chile. Cómo puede cerrar un ciclo una escritora? me supongo que escribiendo y publicando. Cuando lo conocí me dijo que si me atrevía a conocer con él el horror, lo terrible. Le dije que sí, que nada me asustaba. Claro, no lo conocía en ese momento. Después sí que me asustó. Él cultivaba el horror en lo cotidiano y en la poesía. Teníamos juncia (agujas de pino) en la habitación y después descubrí que el piso estaba lleno de navajas y cuchillos. Cada día con él era como estar leyendo a Poe o a Lovecraft. Quiero compartirles un poema que me escribió y la anécdota anterior a la creación de este poema:

Una noche estaba leyendo ensimismada la obra completa de Apollinaire en la cama con los pies sobre la pared cuando mi cuerpo afortunadamente entrenado para teatro, saltó, y un machete se estrelló contra los ladrillos. Pretendía “cortarme las piernas”. Y no era metáfora. Corrí pero no pude esconderme. Intenté escapar por la ventanita del baño de la casa en la que vivíamos en ese momento (vivimos probablemente en 20 viviendas durante el tiempo que estuvimos juntos) pero me atrapó y golpeó. Después, se sentó en su pequeño escritorio acompañado por mi llanto espasmódico. Él también lloraba y vi revolotear demonios sobre sus hojas.

ODA MARTIRIA
(San Cristóbal de las Casas, Chiapas, 2000)

Es la pared de enfrente la que llora
es el ciclo de atrás el que clama
la visión del cielo es la sangre
con sus grietas y sus sombras.
Con su cal y su lágrima.

Martiria imposible
del encarnado olvido
del nombre piedra
de mano tiempo martirizado.

Martiria del mundo descalzo
ventana para los oídos
viento preñado de luces
flores de entonces los muros
a pie nuevo el poema
con su memoria derribada a llanto
pared deshabitada.

Porque ella es la noche y su misterio
sus pétalos azules y negros
estrelladas largas encías
puños pariendo vida
puños dedos de existencia
en el último golpe a la espina
para que llore el débil su suerte
abandono y canto en el sótano
la montaña es un cadáver incendiado.
Florecen en el cuerpo moretones
se apagan inútiles voces
larga vida Martiria con su víctima
larga vida al salvaje
con sus ensangrentadas manos
y de las armas y del interrogatorio
nariz con boca con mano del Mesías.
hilo molesto de la vida
el cielo está vacío por lleno
ya nadie levanta los ojos adentro.
Torturado bendita sea tu estupidez
sin piel ni uñas ni dientes
dolor en forma de hombre.
Monumento a Martiria.
Tu nombre se convierte en memoria
que a las paredes poco importa
y hay explosiones de colores en los muros
y hay ojos que se derriten por el calor
y hay sangre que sonríe sin dientes
por las flores y las enredaderas
y el silencio es sangre en flor de los labios
de quien orina las paredes.
Y el borracho que se cae y amortigua en sueños
en los ladrillos y en los pelos de los perros
y hay esquinas que dan al infinito
y las puertas y ventanas se extravían
por los mártires de las Biblias y las Cantinas.
Así Martiria con tus crucificados
con tus lapidados
con todas las madres y escorpiones
que escapan del semen de un virgen
colgado por pendejo del cielo
sin que dijera nunca nada
más que ¡Viva Martiria!
con todos sus ojos que lloran cometas
creando universos del rocío
sobre los pétalos de la rosa decapitada
por rosa por cursi y por ser rosa.

Verdugo del hombre el amor
pretexto de mujer golpeada
insepultas mujeres de cobre
lento rosario de calaveras de azúcar
y palabras de consuelo
para que su llanto el tormento
lleve el último diluvio de la mojada
donde las cuatro paredes son su cuerpo
sepulcro a gritos y telarañas
que le cuelan al maldito
en su magnífica hora
en que por acabarse
se acaba el mundo a bofetadas a cachetadas a madrazos
y aprieta el prieto puño
cayendo el cuarto y sus demonios.
Los atormentados y sus ángeles se orinan de miedo
sobre el cordero y su sangre
“nunca mancharás la túnica”
por la última alegría de estrellarse
contra la única verdad que te sostiene contra la pared
o el piso o la taza o una mancha nube
que todos lloran la tierna paz de Martiria
bendita por lo bueno
Santa Martiria.

El suplicio que nace de la justicia a golpes
agua nueva que vive en los labios
del torturado en una cubeta
y el sol nace en la cara sudorosa del torturador.

Martiria del quemado vivo
del ahogado entambado
buenos muertos todos de muerte natural o suicidio
merecida muerte por tantos en su tiempo
quietos desnudos hubieran quedado
algo así como las plantas
con desmayos de alegría
y caricia para el cuerpo que se pudre
entre ellas entre coros florales
que la podredumbre alienta
y las sombras del cielo guarda bien para alimento
porque no es el hombre ser
sino hasta que es carne y olvido
Porque no es la noche buena guarda
sino para el asesino
que ilumina la sonrisa de Martiria
con los niños moribundos
con su reloj que cuenta las uñas de quien se va
los benditos niños asesinos y asesinados
baba que se le escapa a Dios cuando duerme
y ni todos los huesos del mundo
pueden ni podrán decirnos nada
ni todos los pequeños túneles
nos podrán enseñar nada
más que cuencas brillantes
de la gloría por Martiria
de la gloría por Martiria
de la gloría por Martiria
en su monstruosa y triunfal calavera.

Marco Fonz.

En fin, vivir y conocer el horror para gozar la belleza. Agradezco a Marco el haberme mostrado lo terrible y la oscuridad más profunda porque alimentó mi necesidad de conocer lo luminoso.




Tanya Cosío
Guadalajara, Jalisco, 2014

domingo, 13 de julio de 2014



Cuando conocí la Torre Eiffel, externé: y esos fierritos? ja,jaaaaaaaa! por eso tanto relajo? de vez en vez, me miro frente al espejo: y oh sorpresa! ME GUSTO! ja,jaaaaaaaaa! eso sí, permito que los demás sufran por como soy, no los juzgo! ja,jaaaaaaa! no tengo tiempo para tales afanes! ja!