miércoles, 21 de diciembre de 2011

¿Cómo nacen los adultos?

Hoy recuerdo una anécdota de una tía abuela que acaba de fallecer. Me contó de su sorpresa con una de sus nietas "la más despierta" que un domingo en su casa llegó corriendo para preguntarle: "¡abuelita! cómo nacen los niños?" a lo que ella, una mujer sumamente conservadora, le respondió: "mijita, eso un día te lo van a enseñar en la escuela pero ahorita todavía no es tiempo de que lo sepas". Y justamente a la siguiente semana llegó la niña con toda su alegría a decirle que ya sabía como nacían los niños, pero que ahora su gran duda era: "¿cómo nacían los adultos?". Lo cual la dejó atónita, puesto que de la primera pregunta tenía la respuesta pero (y esto no me lo dijo) su formación ultra católica no le permitía hablar de "esas cosas". Por supuesto, de la segunda pregunta simplemente se quedó preguntándose lo mismo... murió sin poder contestarla. Yo tampoco tengo la respuesta, pero me imagino que es algo muy sangriento y doloroso. Probablemente inicia cuando te dicen: "ya no eres una niña, ya no puedes andar haciendo esas cosas" o "qué pena, ya creciste, la etapa más bonita de tu vida se está acabando". Claro que esto se repite a lo largo de tu vida, y luego la etapa más bonita es el kinder, después la primaria luego la secundaria, luego la prepa la universidad, el doctorado o el no haber estudiado, o cuando tuviste un hijo o diez, o cuando te casaste o te fuiste a vivir con alguien o cuando no pasó nada pero simplemente "eras un niño" o "eras joven" ("juventud, divino tesoro") Siempre hay una etapa más bonita y más feliz para alguien. Casi nunca se reconoce en el momento que esa etapa, es "la mejor" simplemente la recuerdan como "parte del pasado". Para mí, la etapa más bonita y feliz de mi vida, es HOY. Quizá esos recuerdos inconclusos y ese no poder estar en el momento y disfrutarlo, nacen del asesinato del niño. Porque si es en un mismo cuerpo que simplemente crece, ¿dónde entonces, nace el adulto?. Cómo le hace para ser tan duro, para brincar menos, para divertirse de formas más complicadas, para preguntar y preguntarse menos... yo no sé cómo nacen los adultos, será por eso que nunca me he nacido como adulta. Ni naceré, porque los adultos, se echan a perder... ja!