lunes, 27 de abril de 2009

Mi voz ha recuperado el canto de siglos
por ella hablan rostros que a través de la hoja tiemblan.
Si se quiere que algo exista hay que nombrarlo
y yo me nombro y nombro a este país mundo a un tiempo
en que se embriagará no sólo de risa y llanto sino de luz
dentro de ella respiraremos como por el costado hambriento de Dios
antes nos comía en oscuridad
ha perdido el miedo y se dejará alumbrar
-nos seguirá comiendo-
pero podremos verlo.
Chiapas/ DF/ Chiapas/ Europa/ Guadalajara/ DF 2001 - 2005

domingo, 26 de abril de 2009

"Háblame de Dios y el almendro floreció" (San Francisco de Asís)

Como florecen en las manos las heridas, en los ojos los bárbaros ojos del que ya no espera nada. Del que se arrancó todo por no querer ver. Del abandono, del no querer saber que formamos parte de un todo. La soberbia humana es terrible. Sólo somos una pequeñísima parte que ha pretendido arrastrarlo todo, arrasarlo todo. Somos sólo la brizna de hierba que un buen hombre carga sobre su vestimenta y que un árbol queriendo saludarle le arroja. Somos los ojos de Dios que nos mira contentos como una madre o un padre o un hermano o un amigo cuando te enseña algo. Se alborozan y brincan de contento ante tus reacciones. Esperan. Esperan que entiendas algo. Que entendamos algo. Florecen los almendros sólo para nuestro contento. El contento de los vivos. De los que esperan. Los que aún sueñan. Y sus visiones nos estremecen en su hermosura. Vemos al hombre y mujer florecer ante los comercios cerrados. Quedarse en casa. Hablarse de amor. Conmoverse ante el otro. Recordar que hay más. Que somos muchos. Que somos todo. Florecer. Florecer entre los almendros. Florecerse almendro. Florecerse alimento. Flor hermosa compartiendo la visión del sol y la lluvia. Dejando que caigan las hojas y mostrándose árbol. Iluminar el camino. Abrazándose a pesar del contagio, abrazándose debido al contagio. Tomarse las manos y llenarse de besos. Como el agua besa los árboles, como la lluvia se queda amando los jardines, convertirse en rocío. Ay, San Francisco, Hermano. Qué ojos tan luminosos, tan llenos de lluvia y contento, tan almendrados en flor. Estrecha nuestros dedos, uno a uno, hasta hacernos UNO.

viernes, 24 de abril de 2009

Canto de cerdos

Quizá desperté el otro día recordando las críticas a mi libro por la fiebre porcina que se desataría en nuestro país... ja,ja... hoy apareció una imagen que me recuerda la portada, así que decidí subirla... ja,ja... tal parece que los cerdos han decidido cantar sobre cuerpos humanos. Algunos poemas de Canto de cerdos:
Un verso y el Universo
Los poetas son como el Universo: hay planetas rebosantes como la Tierra
y en la Tierra hay continentes secos y frondosos
en los continentes hay países fríos o tropicales
en los países hay zonas donde el hombre muere de hambre y frío,
otras donde rebosan de comida y calor las casas
en las casas hay sitios más arreglados y densos
algunas casas son de adobe, otras de cemento
cubiertas de mármol o amplias y con biblioteca
hay hombres y mujeres frágiles como Bartleby
niños y niñas grandes y pesados o como delfines
hay tanta flora y fauna como interminables versos
lugares tan escondidos y herméticos que sólo pocos conocen.
Planetas donde la vida no podría desarrollarse
—como la conocemos—
y donde la muerte es otro código y matriz.
Cada flor tiene su tierra
cada árbol su agua
cada continente su lluvia
la Tierra su Sol
la Tierra su Luna y su todo.
Cada planeta su rotación
cada orden su caos
la hormiga su hormiguero
su sangre la guerra
sus pasos un movimiento.
No es inútil la sombra del que camina.
Un nuevo estremecimiento es el alba
cada alba tiene una noche que no le pertenece
sin embargo cada noche y cada alba
existen sin reconocerse
aún si se conocen y no se aprecian
son nombres del silencio.
Cada Poeta tiene su sitio en el Verso
y cada Verso, su homónimo en el Universo
Por las madrugadas que recorren al mundo
se escuchan los gritos de perros, pollos, monos,
patos, conejos, armadillos, vacas, ratas, tortugas,
peje lagartos, lagartos, borregos, chivos, insectos...
Animales de mar y río
su grito se hilvana al rumor del agua...
Por las madrugadas que recorren al mundo
se escucha el grito de los cerdos degollados:
recuerdan cuando eran hombres.
El agudo contraerse de la garganta de los cerdos
Es la vergüenza de haber sido niños o niñas.
D.F. – Guadalajara – Chiapas – Guadalajara – España – Guadalajara 2002-2004

FERIA DE MINERÍA 2009

Dra. Ruth, Muchnik, Marco, Tanya y Odette.
Fotografía: Pascual Borzelli Iglesias

domingo, 19 de abril de 2009

Carlos Edmundo de Ory y Laura Lachéroy de Ory

Recuerdo que los poetas sólo saben entregar tesoros, y recuerdo la fotografía que nos enviaron Carlos y Laura, el día en que: El poeta Carlos Edmundo de Ory depositó ayer en la urna 998 de la Caja de las Letras del Instituto Cervantes un legado personal que estará bajo llave hasta el año 2022. Le acompañó la directora, Carmen Caffarel, y él vivió el momento como «lúdico y simbólico». Le gustó su caja, porque «se entra y se sale, no como en las lápidas». (7 de Noviembre de 2007).