Suicidarse. Pender del cuero amarillo papel de tu cuello. Pensar que nunca existió nada ni existes tú. Que es verdad. Que no hay remedio. Que no hay nada ni nadie que te pueda curar. Sólo maniobrar por encima de tu cuerpo. Sólo ser campana que resuene en las calles y en los mundos desde el cuerpo roto. Romperse. Desahuciarse. Sin médicos ni memoria. Así me sueñan quienes dicen que me aman. así. rota. Nueva Simone después de siglo. pero no. Mi cuello canta. Aún agujereado. Aún pateado. Mi cuello canta. Mi cuello anaranjado se disgusta por no encontrar el rojo ni el blanco. El aura naranja del sol se identifica. Me llama Sol. Luminosidad. Me arde. Solidifica los siglos y siglos del hombre. Soy cuaternaria. Soy dinosaurio y pradera seca. Amarillo papel. Amarillo incendio. Amarillos girasoles de Van Gogh. Soy un Van Gogh roto y desahuciado que corre por las calles de quien se quema. Peor aún. Soy mujer. En un mundo de mujeres que o se rompen o se entregan. Se reparten o se desquician. Soy agua que se filtra por los cabellos del hombre cuando se baña. El río que no deja de correr para que los otros lo persigan. Soy los otros el otro y me soy yo cuando menos me dejo de ser. Cuando me soy ya dejé de ser la que era y el otro y ya no soy ni la que era ni la que fui ni la que seré sino la que soy cuando no me soy. Una cueva. un vertedero. un manar de agua para ser bebida. encontrada. comprada. sedimentada. despojada. enamorada. una y otra vez. Enamorada. cien mil veces. no hay un solo amor de la vida. hay mil. hay cien mil. Hay, quizá, tantos millones de amores como poros tiene la piel. Pero la piel un día muere. Buscar a esos miles a esas miles para que cada poro sea besado por quien toca tu piel. A cada uno a cada una le pertenece un poro solo un poro. Detenerse sólo lo que dura la respiración de un poro. Poroso. Porosa. Volverse esponja donde se nace el agua y se recobra y se desgasta y un buen día se tira a la basura como se arrojan los féretros a la tierra. Como se arroja la tierra sobre el agua. para hacernos Lodo. Lodo de prisa. Sin polvo enamorado. Sin amor. Empolvados. Enjaretados en el silencio del mundo que ni ve ni observa ni contempla. En el orden silenciosamente desquiciado de los locos que caminan sin encontrar. Y siempre buscando. Ay el delirio de quien busca. Ay el delirio del que encuentra. He encontrado. Soy combustión espontánea. Soy el incendio que mira tras la ventana.
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