domingo, 25 de octubre de 2009

Rompecabezas que arma un cirujano

Todas las noches

un ángel delirante

y espumoso

se recuesta sobre

el aire de mi cama.

Me canta nanas,

acaricia mi cabello

"Niña de Dios"

mientras me transporta

a mi cuerpo: me va

entregando, acomodando

perfectamente cada trozo

cada parte de mí

que va encontrando

en los lugares

más disímbolos e inútiles.

Por no regañarme ni preguntar

qué hacían mis pasos

zancadas y brincos

en tan extraños sitios,

acaricia de nuevo mi cabello

inserta los bloques de carne

de alma

como si yo fuera

un rompecabezas

sobre la plancha

de un cirujano.

2 comentarios:

  1. Simplemente... genial, me ha encantado esa idea del cadáver exquisito sobre la mesa de mayo, no encuentro nada más descriptivo que eso, en verdad me gustó, espero leer más de esto pronto... saludos...

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  2. Hola! muchas gracias por tu comentario, saludos...

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