sábado, 31 de octubre de 2009

Para Lety Flores

Cuando atiendes
el dolor de los otros
te conviertes
en un canal divino
la gracia actúa.
He aprendido de sus ojos
de sus manos presurosas.
Es con la luz que transita por sus venas
con la que sanan, con su amor ferviente
su amor de adolescentes. Con su vocación férrea.

viernes, 30 de octubre de 2009

Penélope rompe la tradición

No vuelvas, Odiseo

te suplico

Tu discreta Penélope.

.
Claribel Alegría

para Claribel Alegría

Penélope descubrió que estaba sola cuando soñó una gran mancha de sangre a su lado. Entonces se inscribió a yoga, pilates, talleres de lectura y redacción. Quiso aprender a nadar pero no lo logró. En sus primeras clases desesperaba al instructor a pesar de que estaba enamorado de ella. El cual, por cierto, se llamaba Ulises. Se acostumbraron a su extraña presencia. Pagó un año por adelantado. Inició sumergiendo el dedo gordo del pie izquierdo hasta llegar al tobillo. En diez clases lo consiguió. Miraba a los demás practicando nado de mariposa, croll, ranas, lanzándose en clavados estrepitosos y risueños. Logró sumergir el pie derecho hasta el tobillo. Con sus dos piernas semisumergidas elevaba el agua en un ir y venir ancestral. Un muchacho, cuando no estaba ocupado nadando de extremo a extremo, la miraba. Se habían acostumbrado a aquel salpicar de agua sobre su rostro y cuerpo de mujer. Un día Penélope, cansada de sólo sentir el agua, se hundió en ella hasta sentir el piso de la alberca. El muchacho la cargó entre sus brazos, le dio respiración de boca a boca. Penélope se aferró a sus labios besándolo con una desesperación que lo hizo sangrar. Incorporándose, descubrió la masa informe que conformaban instructor y alumnos. Algunas disimulaban sonrisas. ¿De dónde había salido tanta gente?. Sorprendida al descubrir cómo descendían agua, sangre, y quizá una lágrima, le preguntó su nombre: "Ulises". Salió corriendo y no regresó. Se resignó a ahogarse algún día. Aprendió a utilizar la computadora de Odiseo. Se agregó a todos los grupos que le fue posible. Chateaba con todo aquel que la buscara. Todos se llamaban Ulises. Y también todos tenían que sacar una nueva cuenta con otro nombre si querían chatear con ella. Escuchaba su iPod y lloraba con el canto de las sirenas. Imaginaba a su mancha de sangre viviendo entre cerdos. Esta imagen la torturaba: una linda cerdita convirtiéndolo en cerdito. Su desesperación día a día se convertía en una ola gigantesca que la perseguía para hundirla en las playas que nunca había conocido. Decidió visitar todas las plazas y monumentos, todos los parques y bares. En los sitios más extraños o conocidos, se llamaban Ulises. Enloquecida se encerró en su habitación por tres días en ayuno completo. Quería librarse de esas imágenes:

la mancha de sangre los lindos cerditos

Se convirtió en una experta onanista. Era como si tejiera con su cuerpo una mortaja interminable. Vagidos, silencios, aullidos. La servidumbre había aprendido a no molestarla. Como los monitos: no veían, no oían y sí callaban. Perdió la noción de los días, no sabía si esos tres días habían parido cien o trescientos o mil. Un día de entre todos esos días que seguían pariéndose y pareciéndose a sí mismos, Penélope detuvo su loca carrera desenfrenada de conejo blanco para mirarse en un espejo. En aquel que había comprado en una de sus fugas a tiendas de antiguedades. Lleno de luces, iluminado por dentro y por fuera. ¡Una reliquia! lo habían traído de Ítaca. Asustada, miró su rostro... ¿era suyo? estaba cubriéndose de miles de pequeñas telarañas. Salió como aquel rayo que alguna vez vio destrozar a un árbol frente a sus ojos. Saltó sobre todos los Ulises que alrededor de su casa se apostaban con la vana esperanza de seguir sus pasos o terminar con su ayuno. Los apartó como si fueran ratas que le mordían el vestido. Eran arañas que querían subirse sobre la telaraña en la que se convertía. Reconoció el centro comercial. Observó detenidamente un lugar, recordó cómo el rostro de él se había transfigurado, se había iluminado. Entró como si la hubieran asesinado. Traspasó el umbral y se refractó, convirtiéndose en un arcoiris de fuego. Se acercó a un amable y lindísimo muchacho que la contemplaba arrobado. Solicitó información pero hacía tiempo que no hablaba. No sabía cómo formular sus preguntas. Empezó a masturbarse. La gente la miró escandalizada. El muchacho comprendió que quería algo sin escalas. Terminó de un golpe su tortuosa masturbación al mirar el gafete que colgaba como un hueso al lado de la corbata: Ulises... agencia de viajes Circe. Le solicitó un viaje redondo a Cuba. No se atrevió a pedirle a Ulises, el muchacho de la agencia, el viaje que quería: un boleto sencillo.

Penélope de Claribel Alegría

He iniciado un poemario que se llama Penélope rompe la tradición o Soy la Penélope que rompió la tradición, pero hablando de Penélope mi queridísima Claribel Alegría tiene este hermoso poema.

CARTA A UN DESTERRADO

Mi querido Odiseo:
ya no es posible más
esposo mío
que el tiempo pase y vuele
y no te cuente yo
de mi vida en Itaca.
Hace ya muchos años
que te fuiste
tu ausencia nos pesó
a tu hijo
y a mí.
Empezaron a cercarme
pretendientes
eran tantos
tan tenaces sus requiebros
que apiadándose un dios
de mi congoja
me aconsejó tejer
una tela sutil
interminable
que te sirviera a ti
como sudario.
Si llegaba a concluirla
tendría yo sin mora
que elegir un esposo.
Me cautivó la idea
que al levantarse el sol
me ponía a tejer
y destejía por la noche.
Así pasé tres años
pero ahora, Odiseo,
mi corazón suspira por un joven
tan bello como tú cuando eras mozo
tan hábil con el arco
y con la lanza.
Nuestra casa está en ruinas
y necesito un hombre que la sepa regir
Telémaco es un niño todavía
y tu padre un anciano
preferible, Odiseo
que no vuelvas
los hombres son más débiles
no soportan la afrenta.
De mi amor hacia ti no queda ni un rescoldo
Telémaco está bien
ni siquiera pregunta por su padre
es mejor para ti
que te demos por muerto.
Sé por los forasteros
de Calipso
y de Circe
aprovecha Odiseo
si eliges a Calipso
recuperarás la juventud
si es Circe la elegida
serás entre sus chanchos
el supremo.
Espero esta carta
no te ofenda
no invoques a los dioses
será en vano
recuerda a Menelao
con Helena
por esa guerra loca
han perdido la vida
nuestros mejores hombres
y estás tú donde tú estás.
No vuelvas, Odiseo
te lo suplico.
Tu discreta Penélope.

domingo, 25 de octubre de 2009

Rompecabezas que arma un cirujano

Todas las noches

un ángel delirante

y espumoso

se recuesta sobre

el aire de mi cama.

Me canta nanas,

acaricia mi cabello

"Niña de Dios"

mientras me transporta

a mi cuerpo: me va

entregando, acomodando

perfectamente cada trozo

cada parte de mí

que va encontrando

en los lugares

más disímbolos e inútiles.

Por no regañarme ni preguntar

qué hacían mis pasos

zancadas y brincos

en tan extraños sitios,

acaricia de nuevo mi cabello

inserta los bloques de carne

de alma

como si yo fuera

un rompecabezas

sobre la plancha

de un cirujano.

Ola

He vuelto a mi y a mis dibujos. He vuelto a mí como quien regresa a una casa abandonada que aún huele a naftalina. He regresado con mis pasos más llenos, más pletórica de desdichas y felicidades. He regresado. Y mi corazón arrebatado en delirios de amores me aplaude delirante. Mi cuerpo estremecido se ama tanto a sí mismo que temo se enamoren alma y cuerpo buscando la muerte para fundirse. Me apresuro en el hálito de vida para otorgarle dulce luz a mis días para que el ancho mar-mundo que me corresponde se vea tornasolado y todos mis otros yo enamorados sigan con vida. Siempre es necesario asesinar algo. El olor a muerte va venciendo nuestras resistencias. Hay que acabar con todo cuanto sea necesario. Para no asesinar al alma. Para cantar entornados en el hilo-carretera-abismo-cielo que Dios nos ha concedido.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Sor Juana Inés de la Cruz

El que su cuidado estima,
sus sentimientos no calle;
que no es muy valiente el preso
que no quebranta la cárcel.

martes, 20 de octubre de 2009

Secretaría de Cultura del D.F. o Elena Cepeda VS Paloma Sáiz o el arte y la cultura

Es una pena grandísima que una de las mejores promotoras de la lectura, del libro, y de las más sensibles sino es que la única funcionaria actual que existe en la Ciudad de México que realmente se dedica a la difusión de la obra de escritores actuales y su acercamiento hacia los lectores haya sido expulsada de una forma tan arbitraria. La señora Elena Cepeda únicamente se pasea por los eventos y sale en la foto. Yo misma he tenido que padecer en el programa de fomento a la lectura el que nuestros pagos tarden hasta cinco meses. Y siempre es Paloma Sáiz quien ha tenido que dar la cara. Este programa incluye lecturas y libros en el metro, en prepas de la Ciudad de México, en hospitales, a policías y bomberos, a ciegos, un esfuerzo verdaderamente monumental. Por cierto, dos de estos programas ya han sido cerrados por causas poco claras, en definitiva sólo por el rechazo que a la Señora Elena Cepeda le causa el que alguien trabaje. Están acostumbrados en las dependencias gubernamentales a simplemente cumplir con horarios, fotos, entrevistas, declaraciones, y cuando alguien trabaja y trabaja bien, como Paloma Sáiz, es lógico que causa rechazo puesto que en un país autocomplaciente entre los poderosos (o que se creen poderosos), es costumbre vincularse entre ellos y hacer como que hacen y no buscar incidir en la población ni hacer más de lo permitido ni nada que aparentemente no brille ni se note. Es realmente reprobable y una gran vergüenza que en una ciudad que se dice gobernada por la izquierda sucedan estos atropellos. En definitiva tal parece que a ninguno de los partidos que actualmente detentan el poder en este país le interesa nada ni nadie que tenga que ver con el arte y la cultura. Por lo tanto, no les interesa el crecimiento sensible ni intelectual de su población. Por lo tanto, tendremos que acostumbrarnos tal parece a los asesinatos cotidianos, secuestros, violaciones continuas de los derechos humanos y la falta de respeto hacia todo aquello que signifique creación, cultura, conciencia o amor a la humanidad. Ojalá Marcelo Ebrard se sensibilize hacia toda la gran población que conformamos los trabajadores del arte y la cultura en esta ciudad y designe a alguien verdaderamente capacitad@ para la Secretaría de Cultura puesto que vienen los tan manoseados festejos del bicentenario en donde por cierto, a como están las cosas, poco habría que festejar pero entonces tendremos que recetarnos únicamente grandes espectáculos en el zócalo para entretener a la población y mantenerla a raya bailoteando o agradeciendo sus grandes eventos gratuitos pero que en nada inciden ni transforman. Un pueblo sensible que quieren convertir en un mono ridículo. En los hospitales generales de la Ciudad de México he descubierto seres muy sensibles e inteligentes tanto entre el personal como entre los hospitalizados que nada tienen que ver con lo que consideran los gobernantes. En definitiva no creo que este pueblo tenga el gobierno que se merece.

lunes, 19 de octubre de 2009

De mudarse

I
De muda
en muda
me mudé.
Enmudecida
quebrada
partida
en trozos
desiguales
unos
en un lugar
otros
en otro lugar
fragmentos
del cuerpo
que
se nos van
quedando
como repartición
de bienes
inquebrantables
como si el día a día
pidiera herencias
exigiera
algo a cambio
como si uno
no pudiera partir
y quedarse
al mismo tiempo
en el mismo sitio
irrompible
del día.
II
Al mudarme me mudé sola
al cambiarme me cambié toda
de mudanza en mudanza
me quedé
algo arrancaron de mi piel
todas las ciudades
domicilios
tantos números telefónicos
tantos pagarés
tantos trabajitos
tanto trabajarle
para así, sola, quedarme

domingo, 11 de octubre de 2009

HILDEGARD VON BINGEN (1098-1179)

La forma más inteligente que han concebido las diversas religiones en el mundo para deshacerse de la búsqueda del conocimiento es a través de los seres que han acudido a esta purificación o búsqueda de armonía ya que se les canoniza o se les aparta del vulgo como si esta cualidad fuese privativa de seres reconocidos o iluminados. Como si el común denominador de quienes poblamos el mundo en sus diversas épocas no pudiéramos acceder a este conocimiento, encuentro o búsqueda. En el caso particular de Hildegard von Bingen es una buena forma de apartar a las mujeres. A Hildegard hasta donde tengo entendido no se le ha canonizado. A pesar de que se le conoce como una santa. Pero no es posible que la iglesia católica avale el pensamiento de una mujer que veía el acto sexual no sólo como una forma de preservar a la humanidad a través del parto sino como una unión espiritual. Hildegard también se atrevió a decir que Eva no había pecado, exculpó a las mujeres de la ya muy antigua carga de pecar. Pero lo hizo hace mil años. Habló de que Dios tenía características femeninas en un tiempo en que la característica principal de una mujer era la obediencia, la sumisión. La imposición de un mundo hecho a imagen y semejanza no de Dios sino del hombre visto como condición de género. Es agotador que en países como el nuestro aún perviva la supremacía del hombre y aún seamos contempladas como objetos bajo la mirada del hombre-depredador que ve en nuestros cuerpos sólo la forma de saciar la carga de testosterona. Han llegado hasta a victimizarse debido a que son seres visuales y no pueden dejar de mirar. Ante estos embates es necesario invocar-evocar a Hildegard. Además de recordar que no sólo los santos son proclives a la iluminación, que en estos mismos momentos en diversos lugares del mundo hay y habrá seres en apariencia oscuros puesto que no brotan a los anuncios luminosos ni los transmiten por televisión ni aparecen en internet o periódicos y tampoco dan conferencias ni recorren pasillos universitarios y sin embargo allí están. Como la flor más bella del universo que no por no ser vista por nuestros ojos deja de existir. Las mujeres no necesitamos ser santas ni sibilas para recibir los mismos dones que Dios destinó a los géneros. No aceptaremos que extraigan de una sola carne y de un solo nombre todo el contenido que como seres femeninos poseemos en general. Algunas crean, otras filosofan o procrean. Todas caminamos por las calles de nuestras ciudades o pueblos buscando respuestas, recibiendo al sol como si fuera nuestro hálito de vida. Hay mucho de Hildegard von Bingen en cada una de las mujeres que actualmente poblamos el mundo. Es momento de recordarla y agradecer que no la hayan canonizado, que la dejen entre nosotras, que siga siendo una mujer, y no una santa.

Fotografía: Daniel Moreno

viernes, 9 de octubre de 2009

HUGO MUJICA

EL SILENCIO. EL SILENCIO. TANTOS CREEN QUE HABLAN Y SIN EMBARGO CALLAN. TODO SE LO CALLAN. COMO SI FUERAN UN BARCO A PUNTO DE ENCALLAR. HUGO MUJICA, POETA ARGENTINO QUE ESTÁ EN MÉXICO, PERMANECIÓ SIETE AÑOS EN SILENCIO. Y DICE QUE LO PASÓ FENOMENAL. TODOS CONSIDERAN QUE SUFRIÓ, QUÉ DIFÍCIL HABRÁ SIDO PARA ÉL. A LO QUE RESPONDE QUE ES PEOR PARA LOS DEMÁS QUE NO HAN CALLADO. ME ENCALLO. ME ACALLO. MIRO AL SOL DESPLAZARSE SOBRE MIS APOSENTOS. LE MIRO Y ME DEJO LLEVAR POR EL CALOR QUE PROVIENE DE DIOS. ENCALLO EN PUERTO. TODO SILENCIO. NI UN GRITO. BENDITO SILENCIO QUE DIOS CREÓ PARA LOS HOMBRES. PARA LAS MUJERES. EN UN SILENCIO VIAJO. DESPLAZO MIS BRAZOS, MI GARGANTA QUE SE TREPA POR LAS RAÍCES MÁGICAS. SÓLO LA SAVIA ME HABLA. ESTIRO MIS HUESOS COMO QUIEN SE SABE DE VIENTO. CALLO. SI MI BOCA HABLARA SE BESARÍA A SÍ MISMA. ME CALLO COMO QUIEN SE ARROJA DE UN EDIFICIO MUY ALTO Y SABE QUE LLEGARÁ AL SUELO IRREMEDIABLEMENTE. I RRE ME DIA BLE MEN TE. DIABLO DE MENTE. DEMONIO DEMENTE. I RRE FA SOL LA SI. MEDÍA LA MENTE. MEDIADORA DE LA MENTE. MENDIGA DE LOS SUEÑOS QUE SE TREPAN Y TE HACEN SALTAR PARA VOLAR. DESGAJARTE EN PALABRAS, PALABRITAS, HILOS Y MARIONETAS QUE TE MANEJAN. SILENCIO.